Playa Ancha

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lunes, 7 de noviembre de 2011

ARQUITECTURA DEL SIGLO XX Y CONTEMPORÁNEA.

Guía de Aprendizaje Artes Visuales.
ARQUITECTURA DEL SIGLO XX  Y CONTEMPORÁNEA.
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La arquitectura durante el pasado S.XX tuvo un acelerado proceso de desarrollo que abarca numerosas tendencias estilísticas, y que por supuesto, se continúan en estos primeros años del tercer milenio...
Para tener una visión panorámica de este amplio espectro, revisaremos algunos de los arquitectos considerados fundamentales, así como los aspectos estéticos y funcionales de sus principales hitos arquitectónicos.
1ª MITAD DEL SIGLO XX

LE CORBUSIER: Seudónimo de Charles Edouard Jeanneret (La Chaux- de- Fonds 1887 / Roquebrune- Cap- Martin 1965), arquitecto, urbanista y teórico francés de origen suizo. En 1923 escribió el clásico libro "Hacia una Arquitectura".            

La arquitectura moderna es definida por Le Corbusier como un "juego correcto y magnífico de formas en la luz".

Él renovó los conceptos arquitectónicos en función de la vida social y de la utilización de volúmenes simples, articulados con gran libertad. Por eso, los bloques de viviendas, verdaderas máquinas de vivir, tienen para este arquitecto el objetivo principal de cubrir las necesidades de la familia en la civilización industrial, de modo digno y satisfactorio.
                      

Sus principales obras son: "Unidades de Habitación" (Marsella, Francia, 1947), la Iglesia de Ronchamp (Haute-Saone, 1950), los Ministerios de Chandigarh (India, 1950-1962).
La más famosa de sus construcciones es la Villa Savoye, en Poissy, Francia.
Esta casa de verano, ubicada en una pradera desde la cual se domina el Valle del Río Sena, se agrupa bajo el concepto de "villas blancas" y su construcción data de 1929. Conocida popularmente como "las horas claras", por el color de su fachada y la luminosidad de su interior, la casa es una gran caja suspendida en pilotes, con una gran ventana horizontal que la recorre en toda su longitud y un jardín interior que irradia la luz solar hacia todo el interior de la casa.

La Villa Savoye es la perfecta y exacta aplicación de la teoría de los cinco puntos de una arquitectura moderna: pilotes, techo- jardín, planta libre, ventana corrida y fachada libre.

Esta casa fue dañada en la II Guerra Mundial, donde se la utilizó como almacén, luego de lo cual fue anunciada su demolición. La movilización internacional y la intervención de André Malraux, entonces ministro de Asuntos Culturales, consiguieron salvarla y la elevaron a la categoría de monumento histórico en 1965.


LUDWIG MIES VAN DER ROHE: Arquitecto norteamericano de origen alemán (Aquisgrán 1886 / Chicago 1969).
Fue uno de los fundadores de la Escuela Bauhaus, donde se desempeñó como Director desde 1930 a 1933; como tal, y luego de que debió emigrar a los EE.UU, es considerado propulsor del estilo internacional.
Construcciones tales como el Pabellón Alemán en la Exposición Universal de Barcelona 1929 son un verdadero icono del racionalismo.
Esta obra de carácter efímero y realizada con unos cuantos elementos, es emblemática y paradigmática del movimiento moderno, en cuanto plantea con nitidez la construcción como criterio de producción artística.                                                  
Su importancia se debe a tres factores: elementos (dos muros de mármol verde, otro de ónix, dos espejos de agua, cinco paramentos de cristal, dos techos planos, un zócalo, una escultura, una alfombra negra, una cortina roja, dos sillas y una banca fija), orden (composición horizontal plana, sin perspectiva, que de cerca se percibe como composición espacial) y propuesta arquitectónica (noción de condición efímera de la obra)
Pero sus enormes rascacielos son los que logran mayor alcance e influencia hasta nuestros días: en Norteamérica, Mies edificó inmuebles caracterizados por grandes paneles de cristal sobre armazón de acero, que siguen su Línea racionalista iniciada en la Bauhaus. El famoso Edificio Seagram, en New York, es el ejemplo más claro de sus vanguardistas propuestas.

Proyectado en 1951 para una fábrica de whisky y terminado de construir en 1958, es un rascacielos de 37 pisos de vidrio y bronce, una verdadera caja de cristal, refinada, futurista, esbelta, donde el oscuro colorido y los metales broncíneos aluden al producto de sus clientes, el alcohol de centeno.

El Seagram Building fue tan adelantado a su época, que sólo influiría en la arquitectura tres décadas después, a partir de los años '80.
FRANK LLOYD WRIGHT: Arquitecto norteamericano (Richland Center, Wisconsin, 1867/ Taliesin West, Phoenix, Arizona 1959).
Maestro de la corriente "orgánica" en la arquitectura moderna, ejerció una importante influencia a causa de su gran fuerza imaginativa.                                                                                                                                                            Su talento se desarrolló tanto en el diseño de casas particulares como en grandes edificios.                                             Dentro del primer ámbito, destaca sobremanera la Casa en la Cascada (Pennsylvania, EE.UU), una casa de descanso encargada en 1935, que se emplaza sobre una cascada natural, pues, según el planteamiento del arquitecto, se "trata de vivir con la cascada y no sólo de mirarla". 
 La propuesta de Wright es fundir arquitectura y naturaleza, de unir espacios interiores y exteriores...y como la naturaleza no tiene lado (¿cuál es el frente de un árbol?) tampoco lo tienen sus construcciones: de ahí la necesidad de romper el volumen.
Así por ejemplo, la casa en la cascada consta de tres pisos, que son tres planos superpuestos pero con fuertes descalces entre sí. Además, desaparece aquello que más define formalmente un volumen, las aristas.
De hecho, más que un volumen, esta casa es un conjunto de planos con espesor.

En el segundo aspecto, los grandes edificios, su obra más famosa es el Museo Guggenheim de New York, cuya planificación data del año 1943 y el termino de su construcción el año 1956. Su diseño prosigue las ideas de organicidad, presentándose como una gran espiral ascendente iluminada por un techo de vidrio central. Los muros interiores son curvos y, como en ele ejemplo anterior, tampoco hay esquinas o aristas muy marcadas.

El color blanco de los muros hace que las obras se destaquen, y la disposición semi- abierta de las salas de exhibición permite tener una panorámica de todo el edificio y de parte de las exposiciones, desde cualquier punto del pasillo ascendente central.